Anécdota Etílica No. 2 (Brevarios)

En nuestra comunidad, se colecciona una gran variedad de anécdotas relacionadas con los efectos de tomar la espirituosa bebida, como esta temporada he estado relatando, voy a hacer una pequeña recopilación de historias breves.

Tenemos pues a aquellos dos compadres que le presumían a un tercero (maestro del Cobavic) -ándele véngase a pistear, vamos acá a "San Ignacio", traemos esta botella de tequila... nos la vamos a chupar....
A lo que el aguzado maestro les contestó: ¿se la van a chupar?... ¿y la tequila es para darse valor?

Siguiente historia: Es un vecino de esta comunidad que convive muy agradablemente con su señor Suegro, a tal grado que son aficionados a irse a apostar en las dominicales carreras de caballos; para darle sabor a la tarde se la pasan muy agusto tomando cervezas, con las consabidas consecuencias del consumo excesivo. Al ser esto muy recurrente, y ante el enfado de las esposas (Madre e Hija) les tienen preparada "una sorpresita".
Ahí tienen que un lunes a media mañana, luego de una jornada como la mencionada, nuestros crudos y somnolientos personajes se levantan de los sillones de la sala (ya que no se atrevieron a llegar a sus respectivas alcobas) luego de recuperarse del "torpor" propio de la resaca, se encontraron con la sorpresa de quedarse encerrados, descalzos, sin cartera, y con extraños dolores en la espalda... extrañas fuentes informaron que las respectivas mujeres -al verlos privados completamente en brazos del dios baco- les han propinado unos tremendos zopapos en el lomo que -aunque no lograron despertarlos- si tuvieron el efecto gratificante de desahogar el coraje contra  sus viejos.

Tercera Historia: Aquí les voy a remitir a la historia que protagonizó nuestro ilustre personaje el Tolo, cuando en pleno acto de "dormir la mona" fue extraido de la casa hasta media calle, en donde despertó ya muy avanzada la mañana en medio de la rechifla y pitido de los automóviles. (ver http://vivelavillaloka.blogspot.com/2010/01/tolos-storys.html)

Estimado Cibernautas, estoy seguro que conocen más historias de borrachos, compártanlas.

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