Tolo´s story´s


En esta ocasión quiero contarles CINCO historias de un gran personaje de Villa de Cos, conocido como "El Tolo" aunque su verdadero nombre es Anatolio, mejor lo dejamos así: Tolo. (Hay sus variantes: Tololoche, Tololeo, Tolano, Tolteca, Toloache, PisTolo, etc.)

Tolo dedica su vida a... mmm... bueno, sabe de mecánica, como herencia de la estirpe Araiza, tiene su guarida donde hace muchos años, pero muchos hubo un hotel. Esto es en la calle Hidalgo, en frente del Billar de los Chairez.

En sus historias de juventud, se cuenta que habiendo organizado con su pandilla el asalto de un gallinero, el Tolo estuvo repartiendo tareas: -tu te subes al mezquite, tú agarras las gallinas, tú entretienes al chucho... y él, siendo el comandante de la misión no solo por su liderazgo y valentía sino porque era el que operaba la única linterna del convoy, estaría a la retaguardia, vigilando el asalto, ya en plena acción, todos realizando sus comisiones adecuadamente escuchó a alguien que venía detrás. Confiado en el sigilo del asalto, no imaginó que los hubieran ya cachado, sino que era otro miembro de la comitiva que se había quedado sin comisión, así que al iluminarle los pies le empezó a reclamar: -!Bueno, cabrón y a ti que te tocó hacer, hijo de tu pinche ma... a ... a ... haaay güeeeeey!!!! al ir subiendo la luz se dio cuenta que era Don Tito, su papá y dueño de las gallinas...(risas) esa noche no tuvieron mercancía que tracalear...

Una segunda historia del Tolo es aquella que sucedió en la Sultana del Norte, en Monterrey. Resulta que luego de una activa noche de copas, algo que no era infrecuente, el Tolo se quedó muy a gusto dormidito, como era su costumbre. No contaba con los planes nefastos de sus parientes -ya cansados de tanta desfachatez del Tolo- Nuestro personaje cuenta que esa mañana, tuvo un sueño intranquilo. Escuchaba ruidos extraños, sentía brisas frescas rozando su rostro, pasos, voces, algunas risillas por aquí, chiflidos por allá, el escape de un camión, tan real, hasta sintió molestias por el humo... Llegó a escuchar el sonido de un claxon y hasta algunas mentadas de madre... lo que lo sacó de ese extraño sueño fue el intenso sol de medio día ¿tanta luz entra por la ventana? se preguntó. Cuando se desidió a despertarse no se encontró con su habitual cuarto, no estaba ahí su ropita, donde la había dejado, no había techo ni paredes... cual fue su sorpresa al encontrarse ¡A mitad de la calle! sus parientes lo habían sacado con todo y cama.... (risas, otra vez)

La tercer historia, que me la compartieron un par de jóvenes inquietos (Osmar y José) relata la actividad deportiva del Tolo. Resulta que, en aquel juego dominical de fútbol ya no había más refuerzos que meter y al fin se le hizo a nuestro personaje ser invitado a jugar; pasaría de ser solo un apoyo técnico de la banca, donde había estado durante todo el torneo, al fín podría utilizar los tachones que le había pasado su hermano el Botija, su uniforme estaba casi nuevecito; entonces pues, entró a jugar... Pero, nunca había tenido oportunidad de decidir si podría jugar con lentes o bien sin ellos; los primeros pasos le hicieron ver que no podría utilizarlos, pues el grueso vidrio le rebotaba en la cara y definitivamente no podría jugar a gusto; entonces pues decidió dejarlos en la banca. Detrás de los gruesos espejuelos el Tolo oculta unos tímidos ojos, rodeados de una blanca piel, tierna como pompi de bebé. Sus ojos aparecen diminutos, pequeños e indefensos, tiene que abrirlos muy poco, pues son -de verdad- muy delicados. Así hizo sus primeros movimientos, le encargaron la banda derecha y en realidad estaba confiando más en su oído que en su vista; el público lo guiaba: "ataca la burro... la lleva, llégale", le gritaban... el Tolo se esforzaba, quería que se notara su participación, quería resaltar... en la siguiente jugada le gritaban: ¡Cuidado con el balón, ahí va! el Tolo casi, casi lograba rematarla con la cabeza, pero le pasó un poco más arriba; giró para seguir la trayectoria de la bola y se dispuso a ir corriendo -en un sprint- para recuperarla... Lamentablemente el viento soplaba a favor de la trayectoria y alargaba más y más su recorrido... El Tolo siguió y siguió hasta que logró alcanzar la pelota atorada ya en unos arbustos... Cual fue su sorpresa que, al tocar el balón éste se desvanecía entre sus manos, casi como romper una burbuja... no era el balón del juego... era solo una bolsa que movió el viento...

La Cuarta historia será más breve; también me la contaron estos dos alegres muchachos, y trata de una de tantas ocasiones en donde la fiesta alcanzaba muy sentidas consecuencias, pues los compañeros de juerga además de estar bromeando entre todos, tuvieron la ocurrencia de esconderle al Tolo sus lentes y a otro compañero -que también se había quedado dormido muy, pero muy satisfecho de beber- le escondieron su par de muletas. A la mañana siguiente, despertaron las dos víctimas de la broma, uno casi ciego y otro sin poder moverse; lejos, lejos de la Villa. ¿Que podrían hacer? No contaban con la astucia del Tolo; que tendrá de todos los defectos menos el de ser un tonto; Se incorporó, tomó unas fuertes respiraciones, cargó en vilo a su compañero y con la fuerza propia de un mecánico de toda la vida se lo echó a la espalda, y le dijo:
-Pues mira, así le vamos a hacer, yo le avanzo pero tu "manejas"....


Ya para terminar con estas historias, resulta que su señora Madre, Doña Nica, sabiéndose enferma y cansada de la vida, le dijo muy seriamente al Tolo:
-Míjo, déjame decirte, ya es tiempo que te quites esa mugre, te bañes, te cortes ese pelo, tu apá tiene unos perjumes...
-Ya amá, pos que trais...
-Mira, es que yo ya me siento vieja, ¿que tanto he de durarte?, y yo te veo tan solo... ya es tiempo que te arregles y te vayas consiguiendo una muchacha, una mujer que te cuide, que te lave tu ropita, que te haga de comer, que te mmm... tu sabes...
-Hay amá, como crees. Si apenas la hago para mí solo, ya parece que voy a mantener a una pinche vieja, que luego NI DE LA CASA ES...!
A lo que Doña Nica contestó, con cierta sorpresa y enfado...
-Hay hijito... que se me hace que eres culito...
(Ja, ja, ja, ja)

Comentarios

  1. ta bueno pero me gusto mas el de las brujas bueno este g.. tambien es bruja.

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  2. Jejejeje ke onda con esas historias

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