Pues si, nuevamente se hace presente este curioso ritual donde nuestros jóvenes se transforman en figuras espectrales. Según refiere el croneador del municipio, el famosísimo Poncho Sifuentes, esta tradición se remonta hasta tiempos inmemoriables, (aproximádamente hace 183 años), cuando, se utilizaban carretones tirados por burros, igualmente adornados con ramas de mezquite, unos muchachillos con la cara llena de tizne y con un montón de tripas (de cochino) embarradas en la panza.
Esa misma tradición ha evolucionado lentamente hasta nuestros días.
Como cada año, nuevamente se hace el tradicional desfile de noche de muertos, donde los jóvenes experimentan nuevas sensaciones.
Para muestra basta un botón.
Bajo el amparo de la oscuridad, y el jolgorio de la conmemoración, este par de chicos aprovecharon para dar vuelo a sus mas ocultos y anhelados ímpetus.
No se pudieron escapar a la mirada penetrante de mi cámara.
¿Los conocen?
Esa misma tradición ha evolucionado lentamente hasta nuestros días.
Como cada año, nuevamente se hace el tradicional desfile de noche de muertos, donde los jóvenes experimentan nuevas sensaciones.
Para muestra basta un botón.
Bajo el amparo de la oscuridad, y el jolgorio de la conmemoración, este par de chicos aprovecharon para dar vuelo a sus mas ocultos y anhelados ímpetus.
No se pudieron escapar a la mirada penetrante de mi cámara.
¿Los conocen?
Comentarios
Publicar un comentario